Su origen se remonta a la época egipcia. Hay evidencias arqueológicas que demuestran la elaboración del pan en el Antiguo Egipto. En cierta forma es de esperar que la fermentación del pan se lograra en la cultura egipcia. … Son los egipcios los que mezclan por primera vez las masas con semillas de diferentes plantas con el objeto de hacer panes más nutritivos.
En la actualidad el mundo del pan ha crecido y ahora mismo podríamos estar hablando de decenas de variedades, aquí nos centraremos en las variedades más básica hablando un poco de cada uno de ellos.
Tenemos el pan clásico de harina de trigo blanco, donde el trigo es refinado y separado de su cáscara (salvado de trigo). De esta forma conseguimos un pan donde el sabor lo lleva la comida con la que lo tomamos, es un pan que apenas sabe y que a su vez nos alimenta. Pero como sabemos es un pan que en la antigüedad no se veía ya que realmente el Pan se elaboraba del trigo molido en su totalidad siendo así un pan Integral (que es como hoy en día lo llamamos). La peculiaridad de este pan es que si que tiene sabor y por tanto cuando lo tomamos combinado con otro alimento su sabor es una fusión entre ambos sabores, el contenedor y el contenido.
Por otro lado, tenemos panes de diferentes cereales como pueden ser los panes de Centeno, Espelta de entre los más conocidos. El pan de Centeno se caracteriza por ser un pan muy denso, con mucho cuerpo y que sacia rápidamente. En cuan al pan de Espelta es un pan que sigue teniendo un cuerpo superior al Pan Blanco.
Si el trigo es un cereal completo, nada tienen que envidiar los cereales del Centeno y la Espelta. No obstante, todos estos cereales se llevan bien pudiéndose elaborar panes con mezclas de harinas que es algo muy común ya que aprovechamos la ligereza de uno para equilibrar la pesadez del otro. Pero… al final todo es cuestión de gustos y nosotros debemos elegir el que más nos guste y mejor nos siente a nuestro organismo.