Existen una gran variedad de roscos y rosquillas, en esta entrada vamos a hablar concretamente de las rosquillas de anís las cuales tienen una larga tradición en la cultura española y podemos decir que todos las hemos probado. Para los más golosos su baño en azúcar las hacen especialmente atractivas, sin embargo, si nos remontamos a sus orígenes veremos que este producto no era tan dulce, incluso no tenía la forma con la que las conocemos actualmente.
Para conocer el origen de las rosquillas, nos remontamos según los escritos al siglo X que fue introducido en nuestro país por los árabes, durante los años en los que este pueblo realizo su asentamiento en la Península, en aquella época su forma se asemejaba a un buñuelo, por aquel entonces ellos ya llevaban siglos haciéndolas en su país, friendo masa elaborada con trigo y cubriéndolas con miel o salsas saladas.
Con el paso del tiempo la receta tradicional y su forma se fue modificando y mejorando, apreciaron que la masa no se freía bien por la parte central, por tanto, decidieron hacerle el agujero, una solución sencilla que cuentos urbanos atribuyen a un marinero holandés. También se incluyó el huevo, que hacía que las rosquillas tuviesen más firmeza y sabor, esta receta dio lugar en nuestro país a los churros.
Por tanto, aunque no sea un producto español, si que se ha convertido en un dulce tradicional en toda la geografía de nuestro país, ya que sus ingredientes hacen que su fabricación no sea cara incluyendo harina, huevos y azúcar, siendo populares en épocas de hambre, y actualmente es típico de cierta épocas.